Estar al mando de tu negocio es genial, pero no nos engañemos: a veces necesitamos abrir la ventana y dejar que entre aire fresco.
Contabilidad, métricas, planificación, productividad, marketing, comunicación y miles de ideas revoloteando por tu mente.
Un torbellino en el que a veces es complicado saber por dónde comenzar, ¿verdad?