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¿Alguna vez te has preguntado si el precio de tus productos o servicios son los correctos?

A nadie se le escapa, que el principal objetivo de cualquier emprendedor es obtener buenos resultados en su negocio, a no ser que lo que hayas montado sea una ONG.

Para saber cuánto debes cobrar por tu trabajo, es necesario conocer una serie de datos imprescindibles, ya que no te puedes guiar tan sólo de tu intuición, o sólo de cómo está el mercado. Es una unión de muchas variables.

 

Costes

Los primeros datos que necesitas conocer para establecer el precio de tu producto o servicio, son tus costes:

  • Costes Variables: Los costes que afectan directamente a cada producto, o sea, material necesario, horas de trabajo, ….
  • Costes Fijos: Son aquellos que tienes sí o sí, independientemente del volumen de facturación y/o producción que tengas, o sea, gastos de teléfono, luz, agua, alquiler del local, hosting, dominio, etc…..

 

No olvides incluir tu salario en estos costes, porque como decía anteriormente, has creado una empresa, no una ONG.

Si estás comenzando, y aún no tienes un histórico de estos datos, puedes hacer una estimación, lo más aproximada posible.

Para aplicar la parte proporcional de los costes fijos a cada producto o servicio, puedes hacerlo de dos formas:

  1. Repartir el importe total de costes fijos, entre las unidades que piensas vender, y de esa manera aplicarás un importe fijo a cada producto o servicio.
  2. Repartir el importe total proporcionalmente. Calcula el % de costes fijos sobre la facturación que piensas tener, y aplica ese porcentaje a cada producto o servicio.

Si tienes datos de años anteriores, puedes tomarlos como referencia, y establecer la parte proporcional de los costes fijos a aplicar, y si no tienes datos, piensa en cuántos productos vas a vender, o cuánto crees que vas a facturar.

 

Propuesta de valor

Un punto clave en el que debes pensar cuándo estás poniendo el precio de tu producto o servicio, es analizar tu propuesta de valor. Esto te va a ayudar a que el margen de beneficio, o sea, tu ganancia, pueda ser mayor.

Cuándo transmites a tu cliente tu oferta, va a analizar 2 cosas:

  1. Los beneficios que va a recibir, o sea, el problema que le vas a solucionar
  2. Lo que le va a costar

Si el primer punto, supera al segundo, no va a dudar en comprar tu producto o servicio, porque va sentir que le merece la pena.

 

Para que puedas crear una buena propuesta de valor, respóndete a estas preguntas:

  • ¿Qué beneficio obtienen tus clientes al consumir tu producto o servicio?
  • ¿Qué problema le soluciona a tu cliente tu producto o servicio?
  • ¿Qué diferencia tu producto o servicio al de la competencia?

 

Por supuesto, debes transmitirle correctamente a tu cliente esa propuesta de valor. Debe quedarle claro cuándo le haces la oferta.

 

Claves para poner precio a tu producto o servicio:

  • Estudia los precios de tu competencia, para que tengas una referencia.
  • Estudia el mercado al que va dirigido tu producto o servicio.
  • Piensa si tu producto o servicio es duradero, o cumple una necesidad básica e inmediata. En este último caso, si es algo que se consume rápido, suele tener un precio más bajo.
  • Calcula tus costes fijos y variables
  • Establece el porcentaje de beneficio que quieras tener, o sea, cuánto quieres ganar con cada producto o servicio
  • Analiza tu propuesta de valor.

Y no te olvides de aplicar esta fórmula, teniendo en cuenta que los costes pueden ir aumentando con el paso del tiempo, por lo tanto, tienes que tener margen para no perder dinero, o aumentar el precio de tu producto o servicio cuando eso ocurra:

PVP producto/servicio = Costes variables + parte proporcional de costes fijos + beneficio

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