Se acerca el final de un año y el comienzo de otro, y es el momento ideal para sentarnos a establecer objetivos y analizar si hemos conseguido los que nos habíamos puesto el año anterior.
Soy fan de los objetivos. Creo que nos ayudan a mantenernos enfocados en una dirección concreta, que nos sirven de guía para establecer una estrategia y asignar los recursos necesarios para conseguir nuestras metas.
En resumen, los objetivos son lo que nos hacen avanzar, lo que nos motiva. Son el propósito de nuestras acciones.
Pero ¿cómo definirlos para que se conviertan en metas alcanzables y que no sean sólo sueños?
Claves para establecer objetivos
A la hora de establecer objetivos, tenemos que tener en cuenta que deben cumplir la regla SMART:
- eSpecíficos. Claros y concisos. Concreta lo máximo que puedas.
- Medibles. Determina la forma en la que sabrás que lo has conseguido.
- Alcanzables, realistas. Escúchate y siente si realmente es alcanzable para ti.
- Relevantes. Importantes para ti y tu empresa
- Temporales. Limitado en el tiempo. Temporalízalo, ponle una fecha exacta. Si es muy largo, puedes dividirlo en etapas.
Y otra regla que también me gusta mucho para definir unos buenos objetivos y que nos ayuda a mantenernos enfocados en el esfuerzo de conseguirlos, es la regla de las 5 P. Esta regla nos dice que los objetivos, además de cumplir con la regla SMART, deben estar formulados de manera que cumplan con las siguientes premisas:
-
-
- Presente. Escríbelo en presente: “voy a”.
- Positivo. De forma positiva
- Propósito. Busca que tu objetivo cumpla un propósito importante para ti.
- Potente. Que sea lo suficiente motivador como para que tu compromiso se mantenga.
- Primera persona. Tú eres el centro de tu objetivo.
-
Pasos para establecer tus objetivos
- Determina qué es lo que quieres lograr. Siempre debe estar acorde a la misión de tu empresa y cómo decía antes, cumplir con la regla SMART y con las 5P.
- Establece el plazo en el que pretendes conseguir el objetivo. Lo que tú consideres, tres meses, seis, un año, etc….
- Divide cada objetivo en varias metas, adjudicando a cada meta un plazo de ejecución.
- Identifica posibles obstáculos que te compliquen la consecución de alguna de las metas.
- Ahora es el momento de determinar qué conocimientos o habilidades son necesarias para sortear esos posibles obstáculos.
- Establece períodos de evaluación para realizar el seguimiento de consecución de cada una de las metas, y así evalúas el cumplimiento parcial de los objetivos, con el tiempo suficiente de hacer los cambios que se puedan necesitar.
Ejemplo:
Veamos un ejemplo de lo que hemos hablado:
Si uno de tus objetivos es aumentar la facturación, lo puedes plantear de la siguiente manera:
- Aumentar la facturación un 20% respecto al año 2018, durante el año 2019.
- Meta 1:
- Realizar una planificación de publicaciones en redes sociales
- Plazo: Enero 2019
- Revisión: 31/01/2019
- Meta 2:
- Cumplir con la planificación de las redes sociales
- Plazo: año 2019
- Revisiones: 31/03/2019 ; 30/06/2019 ;/ 30/09/2019
- Meta 3:
- Realizar una campaña de publicidad de Facebok Ads
- Plazo: junio 2019
- Revisión: 31/07/2019
- Meta 4:
- Evaluar la evolución de la facturación
- plazo: diciembre 2019
- Revisiones: 31/03/2019 ; 30/06/2019 ;/ 30/09/2019
- Meta 1:
Esto es un ejemplo, de lo que se puede hacer. Todo es cuestión de adaptarlo a tus necesidades, y por supuesto a tu empresa. En este ejemplo vemos claro lo que hemos hablado:
- Regla SMART:
- Específico: Sabemos lo que queremos. Aumentar la facturación
- Medible: Partiendo de la facturación del año 2018, queremos un 20% más, por lo tanto, el dato lo tenemos
- Alcanzable: Sabemos que es posible, aplicando los recursos necesarios para ello
- Relevante: Aumentar la facturación es muy importante para nosotros.
- Temporal: Hemos establecido como plazo para conseguirlo el año 2019
- Está establecido en positivo
- Lo hemos dividido en 4 metas, que nos van a ayudar a ir poco a poco dando pasos hacia nuestro objetivo final.
- Hemos establecido varias fechas, en las que iremos revisando si hemos conseguido cada una de las metas, y nos damos tiempo para corregir desviaciones o aumentar los recursos que sea necesario para conseguirlo.
¿Y qué ocurre si no conseguimos el objetivo establecido?
Pues nada. No ocurre nada. Los objetivos los establecemos para tener una guía, y no desviarnos. Sí que es bueno revisar, si quizás nos pusimos un reto demasiado elevado, y por tanto no era alcanzable, o que ha podido fallar, para poderlo corregir en objetivos futuros.
Todo lo que nos pase, nos sirve para aprender de ello, pero no debemos convertirlo en motivo de frustración y desmotivación. Todo lo contrario. Analizamos qué ha pasado, que ha fallado, y vamos a ponernos manos a la obra para corregirlo si está en nuestras manos.
Si necesitas ayuda para definir tus objetivos, o con tu estrategia de negocio, no dudes en pedirme información. Puedes reservar una sesión gratuita en la que charlaremos y vemos si hay feeling para trabajar juntas.
¿Y tú, ya has establecido tus objetivos para el próximo año? Yo estoy con ellos en estos días.